lunes, 25 de octubre de 2010

Smoking kills, indeed it does.

Eso dicen. El tabaco mata, o puede matar. Pero no vamos a morir todos algún día de todas formas? Es un tema del que no hablamos, no se crea la gente que estamos deprimidos o que nos va el rollito Emo -está mal visto-.

A medida que pasan los años nuestra visión del mundo cambia -se complica-  lo que antes resultaba tan fácil, ahora ya no lo es, o ya no queremos que lo sea. Quienes somos y porque somos así? sera cosa de nuestro background o de las drogas? Buscarse a si mismo, es a mi parecer, uno de los viajes mas complicados que podemos emprender, de hecho, mucha gente muere en el intento. Cuando leí 'el caballero de la armadura oxidada' -hace ya muchos años- me marcó mucho, un aparente libro para niños con caballeros, princesas y castillos encantados, pero que analizado con  mas o menos profundidad dice tanto de nosotros como nuestros nombres.

A medida que crecemos y adquirimos experiencia en esto de "vivir", nos damos cuenta que nos han timado y que es todo mentira. Nos hacemos irremediablemente viejos, perdemos juventud y vida por momentos, y no podemos hacer nada para evitarlo, intentamos evadirnos con drogas y alcohol, pero la sensación de bienestar es momentánea:  hasta que nos levantamos al día siguiente con una resaca de 3 pares de cojones, lagunas espacio-temporales bastante notables, y juramos y perjuramos que no volveremos a beber en la vida.


Es lo que tiene envejecer, tomamos conciencia -involuntariamente- de que el mundo va mas allá de nuestro ombligo, de que la gente que nos rodea tiene sentimientos, requieren respeto y consideración, y que al fin y al cabo, per se, la hipocresía no es mas que un recurso para intentar llevarnos lo mejor posible con el resto del mundo para evitar caer en la anarquía de expresar libremente lo que pensamos y sentimos.


La hipocresía es una de las consecuencias de envejecer: "me están poniendo a parir tus amigas? No, para nada, si eres muy majo". En la cama es donde está el peor tipo de hipocresía -fruto de una cultura dominada por la iglesia de los pedófilos-, nos da vergüenza expresar lo que queremos y como lo queremos. Si fuese todo tan fácil como pedir lo que nos gusta, estar cómodos, no sentirse ni  pervertido, ni juzgado por que nos guste lo tantrico, lo salvaje, lo dulce, las fantasias, o todo al mismo tiempo. Pero no, las jodidas apariencias que nos empeñamos en preservar nos asfixian, nos reprimen, nos obligan a mantener una actitud indiferente ante todo, aunque muramos de ganas de decirle a alguien que le quieres o que te deje en paz de una vez.

"Yo solo quiero que tu seas feliz y estés bien", mentira, mentira, mentira. Somos seres egoístas y malvados -mas a estas alturas-, ángeles nocturnos en busca de placeres insospechados, con la finalidad de llenar nuestras almas de sucedáneos de vida, porque nos sentimos tan vacíos y faltos de esperanza que necesitamos  intentar sentir algo para poder seguir adelante. "Si no sientes, no estás vivo", pero y si solo sientes de vez en cuando, te conviertes en un zombie a tiempo parcial?.

Volviendo al tema del paso del tiempo, de la hipocresía que va en aumento a medida que este pasa, de sexo con restricciones, de sentimientos absurdos, de almas vacías y llenas de sustancias ilegales, la única conclusión a la que se puede llegar es que no tenemos mas opción que -intentar- seguir sobreviviendo, o en su defecto convertirnos en títeres controlados por una ideología incomprensible -a la que estamos tan acostumbrados que ya ni cuestionamos-  fundada gracias a la degradación y perversión de seres vestidos de Armani con almas de yonki.

Poca gente tiene lo que hay que tener para poder ser realmente inconformista -empiezo a pensar que no existen- y dejar de ser un zombie ¿moderno? dominado por esa falsa anarquía a la que nos gusta pensar que pertenecemos -sobretodo a los universitarios- que en realidad no es más que el fruto mas que predecible de un sistema apunto de colapsar, lo que nos mete en un circulo vicioso -otra vez, joder, no hay escapatoria-, pero de eso tampoco se habla, -está mal visto-.

Au revoir..