lunes, 21 de febrero de 2011

Corto circuito



Enamorarse, desenamorarse, y vuelta a empezar, por mucho que intentemos evitarlo, no se puede, siempre se acaba conociendo a alguien que de repente pone tu mundo patas arriba, justamente ahora que lo tenia todo tan claro y las prioridades tan definidas, al carajo que se va todo, si por eso no soy partidaria de planificar nada, porque al fin y al cabo no se sabe nunca que es lo que va a pasar mañana. También existe la posibilidad de no arriesgarse con la novedad y seguir tranquilamente con lo conocido y hacer caso del refranero que por algo está -que me pregunto yo, de donde viene tanta sabiduría callejera, porque no me imagino yo a nadie levantarse un día y decir "más vale malo conocido que bueno por conocer".. nose, no lo termino de ver-.


Siempre la misma historia, decidir que hacer con nuestras vidas -esto no se acaba nunca o bueno si, por la cuenta que nos trae-. no hay mas remedio que seguir adelante un día tras otro, como una melodía de jazz, improvisada, suave, tormentosa, repentina. Pero y si existiese la posibilidad de ir hacia atrás?, retroceder en el tiempo, como cuando estás a las 3 de la madrugada, muerto de sueño, intentando estudiar para el final de dentro de 6 horas y dices "si hubiese empezado hace una semana en vez de irme de fiesta con mis colegas o viciarme al Call... " y juramos y perjuramos que no va a volver a pasar, hasta que pasa.

Personalmente soy partidaria de echarle la culpa a la sociedad -está muy de moda últimamente-, a la presión de tener amistades y "encajar" cual pieza de puzle en un tablero no demasiado definido es demasiada como para encima no entregarnos en cuerpo y alma al dulce sopor de las drogas en lugar de "hacer lo correcto". Se supone que la adolescencia -que mal me ha sonado siempre esa palabra- es la etapa mas difícil, con todas las hormonas revolucionadas y la constante lucha contra todo lo que se mueva y tenga mas de 25 años -que al fin y al cabo acaba cansando-, pero no, ERROR, para los que ni nos gusta trabajar ni mantenernos y elegimos estudiar una carrera para "convertirnos en personas de provecho para la sociedad" -ja! como si no estuviese lo suficientemente jodida ya de por si, para que encima vengamos nosotros a terminar de poner la guinda- ahi, en ese momento es cuando empieza lo bueno, vamos todos como corderitos al matadero creyendo ciegamente que American pie es un reportaje de la Dos -ojo, al que se le ocurra decir lo contrario, que encima se arma la marimorena-, creemos que va a ser eso una orgía constante de los sentidos.




Oh! sorpresa sorpresa, resulta que la Universidad no es mas que una versión 2.0 del instituto -sobretodo gracias al plan Bolonia de los cojones-, con la única diferencia que no aprueba ni dios, tienes que perseguir a los profesores cual cazador furtivo y antes del periodo de exámenes te vuelves la persona mas religiosa en la faz de la tierra, los fines de semana te enchufas a una botella de vodka de los chinos como si tu vida dependiese de ello y todo el conocimiento adquirido, a la mierda. Con un poco de suerte habrá algo potable en el mercado que alivie las tensiones acumuladas durante la semana, y así durante años, muchos, demasiados quizás. Siempre nos queda la posibilidad de "echarse novi@", mejor dicho amante, porque como pa' perder el tiempo en relaciones estables, con lo que desestabiliza eso, que si hoy me gustas, mañana no, pasado me gustan las tías pero te quiero, buuff, carpe diem y todos en paz.




Pero bueno, dicen que serán recordados estos años como los mejores, no se si los mejores o los peores, pero al ritmo desenfrenado que llevamos hoy en día, recordar algo va a ser la menor de nuestras preocupaciones.


viernes, 11 de febrero de 2011

ni fu ni fa..

"Llegas tarde"

"que no, que me dejes"

"venga levántate"...

Levantarse, si, para que?, si lo tengo todo muy visto, todo es tan predecible y a la vez tan aleatorio. Un día nuevo, misma gente, mismos problemas. ¿Destino?. Mucha gente cree en ello, negándose a si mismos la posibilidad de elegir, de cambiar para peor. Si, empeorar, nos empeñamos en mejorar, "tenemos que fijarnos metas y superarnos a nosotros mismo... " bla bla bla a la mierda todo eso, si a medida que envejecemos lo único que hacemos es acumular manías absurdas o sino -y peor aún- editar manías de nuestros progenitores. Lo que está bien, lo que está mal, el típico "no estás haciendo las cosas bien", vale, y?. Pero no nos paramos a pensar, que tal vez lo mejor sea no hacer las cosas bien. Equivocarse, darse de ostias por creer en algo que es completamente imposible, tener secretos oscuros, no hacernos ver tal como somos, ser impredecibles, tomar decisiones sin meditarlas, revelarnos.Y vuelta a empezar hasta llegar a descubrir quien somos y ser fieles a ello.

Ser fiel, es un concepto un tanto delicado, si no pertenecemos ni a nosotros mismos, como podemos plantearnos el concepto de ser fiel a alguien o a algo?. Como un perro fiel a su amo, tal vez solo es interés, le conviene ser fiel, porque lo recibe todo gratis, no tiene mas que mover el rabo cuando llegamos a casa y hacernos compañía, y se lo damos todo por la absurda manía que tenemos de sentirnos solos. Lo mismo pasa con las relaciones, somos fieles por necesidad y al revés, somos infieles por necesidad. Si no nos dan algo, buscamos hasta encontrar a quien si nos lo proporcione. Como la ley de la oferta y la demanda. Hago un esfuerzo por no convertir una relación en algo tan banal, en la que se supone que hay sentimientos, pero no paro de pensar que esos sentimientos no son mas que otra necesidad -o mejor- una reacción a esa necesidad. Un ejemplo practico: los celos, nos encontramos con la ex y nos ponemos irremediablemente celosos -aunque no lo admitamos-, porque?, por miedo, por miedo a la posibilidad de que nos quiten a la persona que actualmente nos satisface -tanto sexual como emocionalmente, dependiendo de la edad, mas de una cosa que de la otra-, que nos hace sentir menos solos, que le da un poco de sentido a levantarse de la cama todos los días.